Adrià Bou entre los 20 chefs de nueva generación
Descubre los 20 chefs de la cocina catalana que viene
Desde que CUINA nació el 2001, hemos vivido juntos un movimiento gastronómico único e irrepetible, gracias a unos pocos cocineros visionarios que catapultaron la cocina catalana a la cumbre culinario mundial. Durante estos 20 años, las esporas de aquella revolución se han multiplicado por todo el mundo. Ahora, una nueva generación de cocineros, inspirándose en aquellos pioneros y en sus continuadores, demuestra que la cocina catalana continúa siendo uno de los motores de la gastronomía mundial.
La generación de cocineros nacidos a partir del 1981 –los que vieron nacer esta revista cuando hacían veinte años– es extensa y diversa. A la edición especial del 20º cumpleaños os hemos destacado veinte, pero, afortunadamente, el mapa del talento gastronómico es mucho más extenso.
A continuación encontraréis en este mapa los veinte chefs que protagonizan el reportaje central de la revista, y muchos más que también empujan con fuerza porque la cocina que se hace en nuestro país continúe en lo alto del podio mundial.
Como estudiantes o como profesionales, todos han vivido la eclosión de nuestra cocina ante los fogones y hoy todavía los encienden cada día. Ahora, y no en unos momentos fáciles, es su turno, y en todos encontramos propuestas únicas e interesantes que abren nuevos caminos porque la llama de la gastronomía no se apague.
Adrià Bou
El paso por La Bodega de Can Roca fue determinante para Adrià Bou (1987): fue Joan Roca quién le dijo que llegaría más lejos cuanto más conocimientos y bagaje adquiriera. Y damos fe que le hizo caso. Además de cocina y gestión, ha estudiado sumillería y pastelería, y, entre otros restaurantes, ha pasado por Espacio Sucre y Bono.Tic. El noviembre del año pasado, en tiempos pandémicos, abrió el restaurante Terram en el Barrio Viejo de Girona. La ofrecida culinaria de Bou, que se lo cuestiona todo y constantemente, se basa en dos menús de diferente extensión, genéricos, porque dependen del que los llega diariamente. De todos modos, el concepto de ‘producto de temporada’ se diluye, en boca de Bou, cuando explica que en otoño hicieron conservas de setas (escarletos salados, setas en escabeche, trompetas secas, kombucha de trompetas y zumo de calabaza, cepas confitadas…), que usan a conveniencia. Las conservas, los envinagrados y los fermentados son fuente de inspiración constante de una cocina que hay que probar para poderla definir. El pez (rodaballo, por ejemplo) cocido a baja temperatura con una mayonesa ligada con el colágeno de las espinas ayuda a esbozarla.